Imagen del pozo en el que estaría oculto el cuerpo de Daniel Solano. Se especula que arriba del cadáver depositaron mucha basura y hasta un animal.
Durante los primeros
meses de la investigación por Daniel Solano, la jueza Marisa Bosco
le encargó las pesquisas a un grupo de efectivos de la Policía de
Río Negro. Se trataba del mismo grupo de agentes que de un modo u
otro había participado en la golpiza y trasladado del joven desde la
discoteca Macuba en Choele Choel aquel 5 de noviembre de 2011. La
última ocasión en que se lo vio con vida.
La jueza siempre
especuló con que el trabajador golondrina de Salta y que estaba
trabajando por la temporada en una empresa de Lamarque, en realidad,
se había marchado del Valle Medio con destino desconocido. Llegó a
decir que podía estar en Bolivia. “¿Por qué no lo buscan en
Bolivia?”, dijo en su momento.
El grupo de
policías, por supuesto, no encontró nada concluyente. Aunque
siguieron pistas. Una de ellas los condujo hasta Neuquén capital por
un supuesto dato que le habrían dado unas prostitutas dominicanas en
Choele Choel. Una vez en Neuquén la búsqueda quedó en el aire, al
punto que dos efectivos protagonizaron un altercado en un local
nocturno en medio de una borrachera. Los hechos fueron relatados al
abogado Sergio Heredia quien dejó constancia en el expediente.
Después de seis
años, hay nuevos testimonios que indican que el joven se encuentra
en un campo, dentro de un pozo (jagüel) ubicado a las afueras de
Choele Choel. Tiene casi 100 metros de profundidad. Una empresa de
Salta, Petersen realizará los trabajos.
Dentro del pozo hay
basura y hasta el cuerpo de un animal, ha declarado Heredia. Si el
cadáver es encontrado se abrirá una nueva instancia de
investigación para intentar conectar de modo irrefutable y
científico la relación entre el grupo de policías acusados y el
trabajador.
El 20 de febrero se
inicia un nuevo juicio en los Tribunales de General Roca, en contra
de los efectivos que estuvieron ya detenidos por esta causa entre
2012 y 2015. Salieron en libertad porque no hubo una condena firme.
La exploración del jagüel podría darle un giro a este juicio y a
la causa misma.
Un artículo en Clarín
Un artículo en Clarín
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